El streaming se ha convertido en una parte esencial de las rutinas diarias de entretenimiento de espectadores de todo el mundo, por lo que la demanda de servicios de vídeo over-the-top (OTT) sigue creciendo. El aumento de espectadores incrementa las expectativas, empujando a los proveedores de servicios a priorizar experiencias de usuario excepcionales junto con contenidos de alta calidad. La combinación de contenidos atractivos, facilidad de acceso y experiencias de visionado fluidas alimenta aún más la demanda de plataformas OTT.

Este aumento de la demanda ejerce una presión considerable sobre diversos elementos del ecosistema de distribución de vídeo. El impacto sobre estos componentes varía en función de factores como la arquitectura del sistema, el comportamiento de los usuarios y el modelo de negocio subyacente. Intrínsecamente complejas, las infraestructuras de vídeo OTT están conformadas por una miríada de consideraciones: asociaciones comerciales, decisiones históricas de servicio, mandatos normativos y de seguridad, e incluso la dinámica dentro de las propias organizaciones.

Esta complejidad se traduce a menudo en importantes exigencias de rendimiento para los sistemas de gestión de derechos digitales (DRM), que son un elemento crucial para la seguridad de los contenidos. Aunque una gestión eficaz de la capacidad y la escalabilidad de la nube pueden satisfacer generalmente estas demandas, hay casos en que estas medidas son insuficientes por sí solas. El riesgo de interrupciones del servicio, especialmente durante acontecimientos mediáticos de gran repercusión, subraya la importancia de la previsión y la planificación estratégicas para mitigar posibles interrupciones.

Además, la búsqueda de una prestación de servicios sólida y fiable también debe tener en cuenta la sostenibilidad económica y medioambiental. Para los proveedores de servicios de vídeo, surge la pregunta: ¿Por qué mantener una flota de 20 servidores funcionando a pleno rendimiento las 24 horas del día cuando una configuración más racionalizada podría lograr los mismos resultados? Adoptar prácticas más sostenibles no sólo beneficia a la cuenta de resultados, sino que también se alinea con objetivos medioambientales más amplios, por lo que es una consideración crítica para las empresas con visión de futuro en el espacio OTT.

Puntos de tensión del sistema DRM e impacto en el consumidor

Los sistemas DRM desempeñan un papel fundamental en las plataformas de vídeo OTT, ya que cifran los contenidos para imponer las restricciones de uso y el control de acceso adecuados. Idealmente, estas medidas de seguridad funcionan de forma transparente sin afectar a la experiencia del usuario final. No obstante, las operaciones de DRM son vitales pero en gran medida invisibles para los consumidores, ya que se centran principalmente en la protección de los contenidos más que en la funcionalidad para el usuario final.

El proceso de obtención de claves de vídeo suele ser lineal y fundamental para la experiencia de reproducción, lo que sitúa a los servicios DRM directamente en la ruta crítica. Estos servicios deben realizar varias operaciones con rapidez: validar las solicitudes de los usuarios, recuperar y cifrar las claves de contenido y aplicar los protocolos de seguridad. Cada operación, aunque se procesa con eficacia, consume un tiempo y unos recursos informáticos preciosos.

Los problemas surgen cuando un gran número de usuarios inicia flujos de contenidos simultáneamente, provocando un pico abrupto en la demanda. Este aumento puede provocar una avalancha de solicitudes que desborden la capacidad del sistema DRM y provoquen fallos en la reproducción. Además, estas interrupciones suelen provocar que los espectadores intenten acceder repetidamente, lo que agrava el problema con una carga adicional y afecta a un número aún mayor de usuarios. 

Rendimiento de las solicitudes DRM frente a la concurrencia de flujos

Aclarar la distinción entre el rendimiento de las solicitudes de DRM y la concurrencia de flujos de contenidos es fundamental para resolver los problemas de capacidad del sistema. 

Normalmente, un dispositivo se comunicará con los servicios DRM principalmente al inicio de la reproducción de vídeo para obtener la clave de descifrado necesaria. Una vez iniciada la reproducción, la necesidad de interactuar con los servicios DRM disminuye significativamente, ya que rara vez es necesario adquirir una nueva clave o renovar los permisos de la clave actual. En consecuencia, es concebible tener millones de espectadores transmitiendo simultáneamente contenidos, con demandas esporádicas sobre el sistema DRM.

Esta diferenciación conceptual es crucial porque afecta a la forma de escalar y gestionar la infraestructura. El gráfico adjunto ilustra un escenario en el que el rendimiento de las solicitudes de DRM alcanza un máximo de menos de 800 solicitudes por segundo, mientras que los flujos concurrentes se disparan a más de 500.000.

Gráfico que representa el número de flujos concurrentes frente a las solicitudes de DRM durante un periodo de tiempo determinado.

Si un sistema no es capaz de escalar por encima del caudal de peticiones requerido, los consumidores podrían verse afectados.

La velocidad a la que aumentan las solicitudes de DRM es una métrica de rendimiento crítica. Representa la variación del volumen de solicitudes en intervalos específicos. Por ejemplo, el siguiente gráfico muestra un momento en el que la tasa de solicitudes de DRM se duplica en un breve espacio de tiempo.

Gráfico lineal que representa la variación de la tasa de solicitudes de DRM a lo largo de un periodo de tiempo determinado.

Es crucial reconocer que los eventos en directo plantean un reto significativamente mayor en términos de demanda de caudal de DRM en comparación con los servicios de vídeo a la carta (VoD). Aunque el consumo de vídeo a la carta puede presentar picos durante ciertas horas, carece de la oleada sincronizada que suele asociarse a los eventos en directo, lo que se traduce en un aumento más gradual de las solicitudes de DRM.

Comprender esta dinámica es esencial para diseñar sistemas capaces de prestar un servicio ininterrumpido, sobre todo durante acontecimientos de gran afluencia, y garantizar una experiencia de visionado fluida a todos los usuarios.

Estrategias para reducir el estrés de los servicios DRM

Identificar y aplicar optimizaciones en los servicios DRM no es sólo reforzar la seguridad; se trata de mejorar la experiencia general del usuario, reducir los costes operativos y disminuir la huella ambiental.

La siguiente sección explora una serie de estrategias diseñadas para aliviar la tensión en los servicios DRM, garantizando que sigan siendo robustos y receptivos, especialmente en las condiciones de alta carga características de los periodos punta de streaming.

  • Uso de mecanismos de caché en DRM

El almacenamiento en caché es una estrategia fundamental para gestionar la carga de los sistemas DRM durante eventos de gran demanda. Al retener una clave de descifrado en la caché de la aplicación de vídeo durante la duración de un evento importante, como un partido de fútbol, podemos reducir sustancialmente el volumen de solicitudes de claves generadas por los espectadores que entran y salen con frecuencia. Este comportamiento es típico durante las grandes retransmisiones en directo, en las que los espectadores pueden cambiar momentáneamente de canal para volver instantes después.

La tendencia de los espectadores a abandonar y reincorporarse de forma intermitente a un evento en directo se traduce en un patrón predecible de solicitudes de claves DRM. Si estas claves se almacenan en caché después de su uso inicial, la mayoría de los espectadores que regresan pueden reanudar sin problemas la reproducción sin necesidad de un nuevo apretón de manos DRM, lo que minimiza el tráfico DRM innecesario al tiempo que garantiza una experiencia de visualización más fluida.

Además, un almacenamiento en caché eficaz puede mantener la disponibilidad de las claves incluso con un tamaño de caché limitado, dada la alta probabilidad de reutilización en el plazo típico de un evento en directo. Este método resulta ser una optimización crucial, que alivia la carga de los servicios DRM y se alinea con el objetivo de ofrecer a los consumidores un streaming ininterrumpido y de alta calidad.

  • Aplicación del principio de proporcionalidad

El principio de proporcionalidad en la seguridad postula que el nivel de controles y protecciones debe corresponderse con el valor de los activos y la intensidad de las amenazas potenciales. Para los medios de comunicación y las plataformas OTT, esto se traduce en el despliegue de las medidas de seguridad más estrictas para los contenidos de alto valor, como las emisiones premium en directo y los codiciados activos a la carta, mientras que se adopta una postura más indulgente para los contenidos de menor valor.

Los contenidos considerados de menor valor podrían incluir canales en directo que están ampliamente disponibles como parte de paquetes básicos de servicios OTT o los emitidos en abierto. Para estos activos, una DRM rigurosa puede ser innecesaria y generar ineficiencias.

Para aplicar eficazmente el principio de proporcionalidad, los servicios OTT pueden considerar las siguientes tácticas:

  1. Uso compartido de claves en varios canales: Al utilizar una clave común para varios canales en directo, se elimina la necesidad de obtener una nueva clave con cada cambio de canal. Este enfoque agiliza la experiencia de los espectadores al reducir la sobrecarga de adquisición de claves.
  2. Prolongación de la vida útil de las claves: Para los canales incluidos en paquetes de servicios básicos, prolongar la validez de las claves de contenido -de varias horas a potencialmente días- minimiza la frecuencia de las solicitudes de renovación de claves.

La aplicación de estos métodos no sólo reduce la carga del sistema DRM, sino que también aumenta la satisfacción del usuario al facilitar un cambio de canal más rápido, eliminando así los posibles retrasos causados por los procesos DRM.

  • Obtención previa de claves DRM para agilizar el acceso

La estrategia de precarga de claves DRM aborda el posible cuello de botella que se produce cuando una multitud de espectadores inicia simultáneamente un flujo al comienzo de un gran acontecimiento. Al permitir que la aplicación precargue las claves DRM en segundo plano antes de que se produzca una oleada prevista, la demanda inicial del sistema DRM puede reducirse sustancialmente.

Para dispositivos como los descodificadores, este enfoque puede optimizarse aún más precargando las teclas de los canales adyacentes. Esta previsión reduce significativamente el retraso que suele producirse cuando los espectadores cambian de canal, ofreciendo así una experiencia de usuario más fluida y atractiva.

Hay que reconocer que la obtención previa de claves DRM implica una compleja interacción de los componentes del sistema y, aunque no es universalmente ventajosa, proporciona beneficios específicos que son más notables en escenarios en los que el inicio rápido del vídeo es crucial. Esta medida preventiva, cuando se despliega con criterio, puede ser un componente eficaz de una estrategia más amplia para mejorar el rendimiento de las plataformas de streaming OTT, especialmente durante los picos de audiencia.

  • Mitigar el uso compartido de credenciales o tokens de autenticación

El uso compartido de credenciales (y autenticación de tokens) no sólo se traduce en una pérdida de ingresos debido a que se evitan suscripciones o pagos, sino que también aumenta los costes operativos debido a una mayor demanda de flujos para un menor número previsto de usuarios.

El uso compartido de credenciales, si no se gestiona, puede dar lugar a una gestión incorrecta de la capacidad y a que los sistemas se vean inundados de solicitudes inesperadas. Disponer de un mecanismo para evitar este tipo de piratería es importante para un servicio sostenible.

  • Evitar inundaciones de reintentos

La imprevisibilidad es también un reto inherente. Una estrategia sólida debe incluir mecanismos de seguridad genéricos para amortiguar el sistema frente a interrupciones imprevistas. Un problema común es el fenómeno de la "avalancha de reintentos", en el que una interrupción del servicio lleva a los usuarios a intentar reproducir un vídeo repetidamente, lo que provoca una oleada de solicitudes que puede desbordar el sistema DRM, reflejando un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS).

Para contrarrestarlo, las estrategias comentadas anteriormente pueden reducir significativamente el impacto global. Sin embargo, una capa adicional de defensa es la integración de una lógica inteligente de reintentos dentro de la propia aplicación de vídeo. Dicha lógica puede retrasar los siguientes intentos de reproducción en caso de error, espaciando los reintentos y mitigando así una posible avalancha de solicitudes.

  • Coordinación con terceros

Una comunicación eficaz por adelantado con los servicios de terceros que participan en el ecosistema de streaming OTT es crucial para gestionar los aumentos repentinos de la demanda. Garantizar que todas las partes interesadas estén preparadas para posibles picos de actividad de los espectadores puede mejorar la capacidad de respuesta y la fiabilidad del servicio.

Resumen

La creciente demanda de servicios de vídeo OTT plantea un complejo conjunto de retos a los proveedores de servicios, sobre todo a la hora de gestionar la eficiencia del sistema DRM y mantener una experiencia de usuario de alta calidad. Este artículo aboga por una estrategia integral que abarque el almacenamiento en caché, medidas de seguridad proporcionadas, precarga de claves, lucha contra el uso compartido de credenciales, prevención de inundaciones de reintentos y una mayor coordinación con servicios de terceros. 

La aplicación de cualquiera de estas recomendaciones no sólo ayudará a abordar los retos inmediatos que plantea el aumento de la demanda, sino que también allanará el camino hacia unos servicios de streaming de vídeo OTT más sostenibles, eficientes y centrados en el usuario. Mediante una gestión proactiva, los proveedores de OTT pueden garantizar que sus plataformas sigan siendo competitivas y continúen satisfaciendo las necesidades cambiantes de sus audiencias.